jueves, 6 de diciembre de 2012


POLÍTICA Y LITERATURA DESDE EL MARGEN




Este domingo 9 de diciembre, en el marco de la Feria América Latina Desde Abajo, AJIACO EDICIONES presentará una conversación abierta basándose en la obra “SALVATIERRA” del escritor Francisco Miranda, pudiendo los asistentes interactuar con los participantes y generar un debate libre sobre la relación entre política y literatura alejadas del bombo intelectual.
Participan:

Rodrigo Hidalgo, narrador y gestor cultural del Centro Cultural Manuel Rojas.

Gaston Carrasco Aguilar, poeta y estudiante de pe.dagogía en lengua castellana.

Modera Andres Saenz Vergara, poeta y editor en Ajiaco Ediciones.

*A la venta los últimos ejemplares del libro “Salvatierra”.

Los Esperamos, 17:00 a 19:00 Sala Multiuso

Ajiaco Ediciones

Evento en facebook: Aquí

viernes, 30 de noviembre de 2012

PARTICIPACIÓN EN WORKSHOP DE POESÍA Y FOTOGRAFÍA / BIBLIOTECA DE SANTIAGO




Dirigido por Raúl Hernández
Foto: Emiliano Valenzuela

Objetivo:       
Generar una dinámica de taller literario intensivo en jóvenes y adultos, acercando de manera exponencial y crítica la escritura poética y la apreciación fotografía.

Fecha:                   Sábado 1 de diciembre    
                              de 11:30 a 13:30.

Lugar:                    Terraza Sala Literatura (Biblioteca de Santiago, 3er piso).
                               Actividad gratuita.                    
Contenido:   

Relación entre poesía, fotografía y ciudad. El/la poeta y su relación con su propio entorno. El territorio y la geografía. Concepto de Flaneur: el que deambula, contempla y reflexiona. Charles Baudelaire, Cesare Pavese. Lo perecedero, lo cotidiano, lo sublime, lo común. El fotógrafo chileno Sergio Larraín, su historia y su participación en la agencia Magnum, su relación poética con la foto, su expansión, el accionar del lente, una forma de mirar. Robert Doisneau, Henri Cartier-Bresson. Textos de consulta: “Sobre la fotografía” de Susan Sontag, “La cámara lúcida” de Roland Barthes y “El crepúsculo de las máscaras” de Michel Tournier. Poesía e imagen. La écfrasis en la obra “Claroscuro” de Gonzalo Millán. William Carlos Williams, su voz, la música y la imagen, el poema minimalista y fotográfico. Poesía y fotografía actual: Gastón Carrasco (poeta) y Emiliano Valenzuela (fotógrafo), invitados al taller.


Acerca del profesor:

Raúl Hernández (Santiago, 1980). Poeta y bibliotecario. Publicó los libros Poemas Cesantes (La Calabaza del Diablo, 2005), Paraderos Iniciales (La Calabaza del Diablo, 2008), Polaroid (Lanzallamas Libros, 2009), Caligari (Ripio Ediciones, 2010) y Estética de la lluvia (La Calabaza del Diablo, 2012). Ha sido becado por la Fundación Neruda el año 2002 y por el Consejo Nacional del Libro y la Lectura los años 2004, 2007 y 2011. Es editor de los Cuadernos de Poesía de la Biblioteca de Santiago: www.cuadernosdepoesiabds.blogspot.com/

jueves, 25 de octubre de 2012

Participación en FILSA 2012 - Feria Internacional del Libro de Santiago




Lectura poética
Viernes 2, 17:00 hrs.
Espacio norte

Andrés Florit
Gastón Carrasco
Leandro Hernández

Organiza: Das Kapital Ediciones



Conversatorio y lectura:
"Traducir poesía desde Chile"

Lunes 5, 18:30 hrs.
Espacio norte


Carlos Henrickson
Rodrigo Olavarría
Modera: Gastón Carrasco

Organiza: Das Kapital Ediciones




Lectura poética Taller de poesía
Fundación Neruda 2012
Miércoles 7, 20:00 hrs.
Sala Nemesio Antúnez

Carolina Báez
Gastón Carrasco
Patricio Contreras
Flavio Dalmazzo
Catalina Espinoza
Matías Morales
Gonzalo Orellana
Javier Ossandón
Monserrat Ovalle
Nicolás Silva

Organiza: Fundación Neruda




sábado, 29 de septiembre de 2012

Coloquio Pangea en Universidad Diego Portales











Cronograma Pangea 2012

Miércoles 10

12:00                                      Apertura: Marcelo Mellado. AUDITORIO
 Vino de Honor. 


14.00 – 15.30                         Mesa 1                  Erotismo y sujeto femenino. (SALA 504)

-              María José González Medina (UDP) y Sebastian Alvarado Fuentes. (U. de Chile) 
 “Placer perverso: lo erótico / siniestro de la literatura de Sade, Milley y Bentley.”
-              Manuela Bernal. (U. de Chile)
"(Des)encuentros Mexicanos: Rulfo y Paz. Acercamiento a lo femenino en las letras aztecas."
-              Marión Villarroel. (UNAB)
"Las voces subversivas del siglo XX: identidad femenina e imaginario erótico en la poesía Latinoamericana."


15.40 – 17.10                         Mesa 2                  Identidad y testimonio. (SALA 504)

-              Francisca Gutierrez. (U. Alberto Hurtado)
"Reconstrucción de la memoria y la identidad desde la estructura testimonial en el documental Mi vida con Carlos" 
-              Daniela Malhue. (UDP)
"Tejas Verdes: inhibiciones junto al río."
-              Francisca Carvajal. (UDP)
“Conflicto de identidad chilena en la novela Mala onda de Alberto Fuget y en la película No dirigida por Pablo Larraín.”


Jueves 11

10.00 – 11.30                         Mesa 3                  (In) Movilidad, viajes y puentes literarios(SALA 504)

-              Felipe González. (U. Alberto Hurtado)
"De “Los muertos” al Ulises de James Joyce: de la pesadilla de la historia a un despertar cosmopolita"
-              Nicole Inostroza. (PUC)
"Donoso y Serrano: Literatura como crónica de viaje"
-              Daniela Pereira (Finis Terrae)
“Análisis interpretativo de Idioma del mundo: el sujeto, el estilo y la desterritorialización del trazado poético.”
-              Yalile Sifri. (UDP)
"La invención de una realidad alternativa en “El sur” ante la muerte inminente."


11.40 – 13.10                         Mesa 4                  Literatura e identidad. (SALA 504)

-              Rodrigo del Río. (PUC)
"Genealogía de la barbarie: violencia fundacional en Doña Bárbara"  
-              Camila Danklefsen. (U. de Chile)
"Juan Radrigán: La tragedia como superación del absurdo en Hechos consumados." 
-              Constanza Veloso. (Finis Terrae)
"Reconstruyendo el pasado en la narración: La memoria como resistencia al neoliberalismo en Perlas y Cicatrices de Pedro Lemebel"
-              Pola Cárdenas. (UDP)
“Mapocho indio guacho y fantasmagórico en los periplos narrativos de Alfredo Gómez Morel, Pedro Lemebel y Nona Fernández”

13.10 – 13.50                         Almuerzo


14.00 – 15.30                         Mesa 5                  Literatura chilena e identidad (SALA 504)

-              Christopher Rosales. (UDP)
"CHILE MUERTO: esbozo sobre el fenómeno zombi criollo en la saga gráfica Zombis en la Moneda y otras expresiones sociales y culturales purulentas"
-              Gabriela Peralta. (PUC)
"Dicen que al final solo queda el rumor."
-              Catalina Arancibia. (Finis Terrae)   
"Gonzalo Millán: Ciudad y memoria"


15.40 – 17.10                         Mesa 6                  Post-dictadura, violencia y colonización.(SALA 504)

-              Gastón Carrasco. (U. Alberto Hurtado)
"Crimen, responsabilidad y violencia en la poesía chilena postdictatorial: revisión a Whitechapel de Camilo Brodsky yCriminal de Jaime Pinos"
-              Ailin Catalán. (UDP)
"Alonso de Ercilla y el Mito Araucano" 
-              Sebastián López. (PUC)
"Resistencia desde el margen: Violencia entre extranjeros y mestizos el en proceso de ocupación de la Frontera en Colonos de Leonardo Sanhueza"


Viernes 12

10.00 – 11.30                         Mesa 7                  Clásicos literarios. (SALA 504)

-              Victoria Urtubia. (U. de Chile)
"Don Quijote: conciencia exílica y repatriación"
-              Sebastián Montoya. (U. de Chile)
"Don Quijote o la substancia pensante: diálogo filosófico entre Cervantes y Descartes."
-              Adrián Valenzuela. (U. de Chile)
"Sobre la recepción del mito heroico en Thésée de André Gide: “El héroe clásico al servicio de la sinceridad y la moral individual”"

11.40 – 13.10                         Mesa 8                  Literatura e identidad (SALA 504)

-              Darío Piña (UDP)
"Chile en Estrella Distante: el autoexilio y el (no) discurso como la Patria disgregada"
-              Nicolás Lazo. (U. Alberto Hurtado)
“Escenas descartadas: memoria y (post)dictadura en Formas de volver a casa, de Alejandro Zambra”.
-              Macarena Mallea. (U. Alberto Hurtado)
"Cartografía de la memoria: trazado de mapas y fotografías en Estrella distante de Roberto Bolaño"

13:15                                      Cierre.
                                               Vino de honor.

domingo, 26 de agosto de 2012

Escritores por ciudad Juárez






El próximo 1º de septiembre, coincidiendo con el 2º Encuentro de Escritores en Ciudad Juárez, se realizarán las lecturas "Escritores por Ciudad Juárez". Se trata de un acto solidario en favor de la paz, contra de la violencia y el miedo que golpea a dicha ciudad mexicana, y extensible a cualquier territorio del planeta. Queremos transmitir así un mensaje claro, a quienes tantas veces se ven abandonados a su propia suerte en mitad del fuego cruzado: No están solos. Ya han adherido a esta convocatoria mundial
 130 pueblos y ciudades, de 24 países y 4 contenientes.

En este país se realizará la Lectura Solidaria el sábado 1 de septiembre, a las 19:00hrs, en La Sociedad de Escritores de Chile (Sede Santiago, Almirante Simpson nº7, Providencia). Esta actividad será transmitida en directo, en el encuentro “Escritores por Ciudad Juárez”, que cuenta con una Sala de Proyección, donde se emitirán las lecturas entre las 11:00 y 17:00 horas de México, vía internet. Se contará con la presencia de grupos de escolares, familias y público en general, que ya han confirmado su asistencia.

Para organizar la programación de lecturas, necesitamos que los escritores interesados en participan envíen su nombre y el texto que leerán a: plataformadeaccioncreativa@gmail.com (asunto: Lectura Solidaria). Además, en el blog: www.escritoresporciudadjuarez.blogspot.com se subirán los poemas y textos, que nos hagan llegar al correo. No hay limite de extensión y cada entrada corresponderá a un autor de diversos países. Con la selección de los textos recibidos, se realizará más adelante una antología del evento.

Para más información:
www.poemasporciudadjuarez.blogspot.com
plataformadeaccioncreativa@gmail.com

Invitan:
Sociedad de Escritores de Chile
Escritores por Ciudad Juárez
Operación Diógenes, Plataforma de Acción Creativa

miércoles, 1 de agosto de 2012

Actividad solidaria contra la violencia del Estado chileno sobre el pueblo mapuche





La Agrupación de Artistas y Escritores Mapuche Urbanos Autoconvocados se reúne para rechazar categóricamente la violencia ejercida por la policía chilena contra los niños y niñas mapuche en La Araucanía. 
Como una manera concreta de apoyarlos se realizará una actividad solidaria, el día Jueves 2 de agosto de 2012, en la sede de la SECH, ubicada en Almirante Simpson 7. Esta actividad consiste en r
eunir fondos a través de adhesiones voluntarias por la adquisición de libros y obras pictóricas donadas por artistas y escritores mapuche.
La actividad se realizará entre las 18:30 horas y las 21:30 horas
Habrá vino navegado y sopaipilla por módicos precios.

Estos son algunos de los artistas y escritores que han donado libros y obras

Rodolfo Pichunman (joya de plata)
Loreto Millalén y grupo Ad LLalin ( tejidos)
Carolina Lainez (Cerámica)
José Ancán (libros)
Antonio Hinojosa (tejido en telar)
Marta Lemunguier (fieltro)
Eliana Pulquillanka (libros)
Lorena Lemunguier (Batik)
Graciela Huinao (Libros)
Maribel Mora Curriao (libros)
Jaime Huenún (libros)
Paulo Huirimilla (libros)
Roxana Miranda (libros)
Comunidad de Historia Mapuche (libros)


Además se realizarán presentaciones musicales y presentaciones escénicas durante las horas que dura el evento.

domingo, 22 de julio de 2012

Encuentro chileno de editoriales independientes latinoamericanas

Seminarios
19: 00 hrs.
Balmaceda Arte Joven, sede Valparaíso
Santa Isabel nº 739, Cerro Alegre.
Viernes de 10 de agosto
I. Aspectos legales de la industria del libro: Derechos, deberes, resguardo y democratización de la obra del escritor.
Invitado: Claudio Osses (Jefe del departamento de propiedad intelectual)
Modera: Valentina Osses
20:00 hrs. Cóctel
Viernes 17 de agosto
II. Historia del diseño gráfico en la editorial chilena. El aporte de Mauricio Amster.
Invitado: Estudio Navaja
Modera: Rodrigo Arroyo
20:00 hrs. Cóctel
Viernes 24 de agosto
III. Conversaciones sobre literatura infantil.
Muestra de documental.
Invitadas: María Antonia Cáceres (Directora de revista Calcetín con papa de Biblioteca Libro Alegre), Evelyn Badilla, Eva Passig (Encargada de Sala infantil de Biblioteca de Santiago)
Modera: Marian Lutzky
20:00 hrs. Cóctel
TODAS LAS ACTIVIDADES SON GRATUITAS

SOBRE EL ENCUENTRO
El Encuentro Chileno de Editoriales Independientes Latinoamericanas se realizará en Valparaíso, Chile, entre el 17 y 20 de octubre de 2012.
Seminarios, mesas críticas, conversatorios, feria de publicaciones y un libro recopilatorio con textos de la experiencia de trabajo de cada editorial invitada, serán parte de las actividades que se realizarán en Balmaceda Arte Joven, Universidad de Valparaíso y La Sebastiana.
El encuentro de editoriales pretende convocar a reflexionar, indagar y trabajar sobre los desafíos de la edición independiente en Chile y América Latina en el marco de los nuevos medios, la concentración del sector del libro como industria y la globalización y difusión de la cultura.
En este contexto las editoriales independientes cumplen un rol de gran importancia para el desarrollo de las culturas locales colaborando con la imprescindible diversidad cultural, impulsando la publicación de de autores nacionales y temáticas de rescate que abarcan desde el interés patrimonial, a las ciencias y saberes populares, lo que refleja el estado de la creación e investigación de una sociedad.
Por esto, el encuentro se plantea como un espacio de intercambio privilegiado para exponer, generar interés lector y crear audiencias donde, los escritores, investigadores, profesores, estudiantes, periodistas y editores, entre otros, tengan la oportunidad de intercambiar, conocer, discutir, construir y proponer producciones como agentes culturales, y transmitir al público asistente experiencias, ansias y conocimientos adquiridos en el campo de la edición independiente, y también con ejemplos de la edición comercial.
El encuentro de editoriales pretende convocar a reflexionar y trabajar sobre los desafíos de la edición independiente en Chile y América Latina en el marco de los nuevos medios, la concentración del sector del libro como industria -lo que ha provocado un drástico cambio en el oficio de la edición de libros ahora guiadas por una conducta editorial que exclusivamente busca la rentabilidad empobreciendo los catálogos y atentando contra la diversidad al impedir que mucha creación y elaboración intelectual llegue a ser editada- y la globalización y difusión de la cultura.
Datos de contacto:
http://encuentroeditorialesindependientes.blogspot.com/
enchilenoedicionindependiente@gmail.com



martes, 26 de junio de 2012

Piel sobre piel, una lectura sobre otra: “Cortina de humo”, de Francisco Leal

Publicado en www.letrasenlinea.cl


Cortina de humo (Santiago: Editorial Fuga!, 2011) es un texto cuyo título nos invita a desconfiar de él. Es decir, el contrato inicial con el lector implica un aceptar o dejarse llevar por la inmaterialidad del humo, un aproximarse dificultoso a ese posible “entremirar” lo que hay detrás de él, siempre a tientas, por un espacio apenas visible.
En cierto sentido, Francisco Leal trabaja la puesta en escena del escepticismo, involucrando al lector en un juego de mentiras y verdades, de maquillar la realidad, siempre mediada, sobre todo en el ejercicio del lenguaje. La lengua, como cortina de humo, nos invita a correr el tupido velo, a develar un mundo tan propio como desconocido. El dilema: el lenguaje es capaz de formarnos como sujetos, pero al mismo tiempo, nos desfigura, se vuelve el mediador de una realidad que oculta. Todo es figura, prosopopeya; poner en escena a los ausentes, los muertos, donar la voz y el rostro por medio del lenguaje (tal vez esa dialéctica entre lo real y lo simbólico que plantea Lacan). La poesía como desfiguración, diría Paul de Man, en este caso, la desfiguración de una desfiguración, se vuelve la negación absoluta de todo conocimiento, instinto nihilista del poeta que nubla o vuelve humo la lectura. El poeta ahora oculta, cierra el juego, desfigura toda posibilidad de representación.
Desde estos supuestos de base, entrar a las diversas divisiones del texto puede ser algo complejo; será preciso leerlo o pelarlo, como a capas de cebolla, una a una, hasta llegar al núcleo, a la carne dentro de la cáscara o, en una de esas, a nada; si todo es humo, esfumación, sería ingenuo esperar algo detrás de ese montaje.
La XipeTotec: la piel y el sacrificio
La primera sección del poemario (particularmente, los tres primeros poemas) nos muestra cómo hay cáscaras y carne, abrigo y cuerpo que cubrir, cómo es posible desollar la palta –“testículo náhuatl de carne verde” (7), hasta llegar a un sujeto arropado con el cuerpo de su hermano, quizás la imagen más inquietante del conjunto. Divago entre la idea de la culpa, la mediación, los recuerdos o el olvido de ese ser que sólo es forma, pues el poeta habla desde adentro de él, a través de esos labios prestados. El mito azteca del desollado (Xipe Totec) se hace carne y sacrificio, la fertilidad se hace palabra. El poeta dona la voz y el rostro por medio del lenguaje, al igual que lo hace el hermano, a modo de un doble acto de entrega.
Conforme avanza el texto vamos adentrándonos en un ritmo fluido que, como el humo, va llenando el espacio representado: “brota un vapor helado de la boca los labios las ventanas / escarchadas de noche la calle los árboles de témpano soplado” (13). El uso de enumeraciones de sustantivos precedidos por artículos definidos, sin comas ni conectores, acelera la lectura, y se trata de un recurso reiterado en el conjunto, volviéndonos parte de la respiración de ese humo que el libro nos arroja.
Muro de sonido
En la segunda sección del poemario el poeta nos invita a establecer una necesaria relación entre la lectura visual y sonora de sus textos (ver “Fuegos artificiales” o “Sin título, con sonido”). Ciertamente el poema “Humo” es la máxima expresión del intento por hacernos partícipes del juego de las ilusiones. Dos páginas completas con la palabra humo y otras palabras esparcidas, filtradas, esperando ser leídas / buscadas, parte del juego de la sinonimia, en cuanto a su comportamiento físico: incendio, hielo, piedra, polvo, ácido, olas (única palabra sin paréntesis) y fuego. Podríamos decir que al ser expresiones cercanas al humo, incluso el polvo o las piedras que tienden a perderse o esfumarse, podrían poseer la misma significación, lo que ciertamente vuelve inútil nuestra intención de encontrar estas palabras, como el acto de pescar peces en un río sin poder diferenciar una especie de otra.
En “Materiales” está presente el tiempo, los ritos, la existencia del trabajo transmutado en materialidades, hielo, barro, agua, hasta llegar al fuego, el papel y el tiempo, la trivialidad, en fin, la contraposición de un “minuto ligero, pero de arena” (23). Finalmente, en “Sustratos de cristal”, la presencia del espejo (elemento que aparece en bastantes poemas del autor en diversos libros), los reflejos, Borges y Cortázar juntos, implica una la posibilidad de inscribirse en ese espacio, en ese espacio difuso, “trucos de la luz en la oscuridad” (25), posibilidad, también, de estar a un lado y a otro de ese vidrio que espejea.
Privados / interiores
En esta tercera sección del poemario, la individualidad de la experiencia, en consonancia con la propuesta de Vecindario (Ril, 2003), radica en la lo táctil de la experiencia o, dicho de otra manera, en la vacuidad de las representaciones: enjuague bucal, cadena y taza de baño, pomada, sal de fruta, desenredante. Todas materias que actúan sobre el sujeto. La concientización de esos roces entre el cuerpo y eso otro, de esa estética corporal, física, tanto en la dermis como en el interior de los cuerpos, me hace pensar en quién es ese poeta que expone todo esto en tercera persona, cuáles son sus fijaciones, por qué tantos cuidados. Ciertamente, sin contar el ir al baño, las experiencias descritas pueden ser más o menos compartidas por ciertos sujetos, pues no son parte de nuestras necesidades vitales, en su mayoría, son artefactos y comportamientos culturales, de mercado en cierto sentido, parte de la obnubilación de una necesidad adquirida.
En la lógica siempre presente en los textos de Francisco Leal de hacerle un zoom a una serie de elementos del mundo no siempre representados (en un impulso muchas veces científico, botánico, y evidentemente objetivista), cabe preguntarse qué impulsa al poeta a “hacer ver”, como diría un comentarista de su obra, ciertas cosas y otras no. Por qué ser parte de esas escenas, por qué asistir al acicalamiento de un individuo, si podríamos estar en otra cosa; el gesto o esfuerzo deliberado por enfocarse en lo insignificante u opaco de la cotidianeidad, lo no epifánico, puede leerse en el marco de una tradición instalada ya desde La Ciudadde G. Millán, es decir, trivializar las imágenes y volver el poema forma viva de un constructo mayor, social, político muchas veces. En este sentido, no puedo dejar de lado la idea de la cortina de humo, de la distracción o ilusión del mago / artista mientras hace su truco. Si el lector se ve en la necesidad de entrar a ese espacio (privado, interior), puede quedarse o echar un ojo hacia afuera, sobre-interpretación mía tal vez, salir del texto y ver lo público y exterior, hacer uno mismo el zoom hacia otras expresiones del mundo.
Quizá el poema “Insolación y cura de placentas” (33) podría ser parte interesante de la discusión sobre el cuerpo y su envoltorio, sobre el despellejarse o desollarse y ser curado: XipeTotec. El gesto sacrificial por el porvenir, el cuerpo como esa semilla de maíz que pierde su capa externa antes del proceso de germinación: fertilidad. O también en “Agua de cuba”, ese baño donde se empaña el vidrio y, de paso, nuestra mirada. Toda esta ficción en lo cotidiano, tema o eje central en la poesía de Leal, adquiere una connotación relevante, de la precariedad de nuestras experiencias, de las mediaciones existentes, de la posibilidad siempre presente del engaño.
Morning Glory
La sección titulada como la película de Roger Mitchell o como el tema de los hermanos Gallagher, presenta el juego siempre necesario con la figura del silencio. El poema “Rumor” evoca materialmente el desvanecer de la palabra: “ese silencio es este rumor” (39). O en “Ecolalias”, ese problema de reiterar involuntariamente una palabra, a manera de un eco, se nos presenta la articulación de la boca para decir una sola frase (“yo no fui”) atenuante de un hecho vedado, inexistente, solo materializado en la articulación del aparato fónico. Luego, el poema que da nombre a la sección podría ser un resumen de la poética de Leal. Debo decir, además, que mis expectativas se vieron truncadas al notar que el poema no era una alusión al tema de Oasis, sino más bien la escenificación de una Campanilla morada o Manto de María (Ipomoea purpúrea)  en un ambiente o atmósfera bastante enrarecidos, donde el cuerpo, sus arterias, huesos, músculos y piel se van congelando, desde adentro hacia fuera y viceversa. Helada matinal: gloria de cada mañana. El último poema, que bien pudo ir antes, contrasta y oscurece y enrarece más ese mundo empañado por el vaho o humo que se propaga: “de las profundidades sube un ácido vapor que se oculta en el aire / como las aguas radiactivas en el mar” (42).
Perro fueguino
En esta penúltima sección, cuyo título remite al ya extinto can de los pueblos del extremo sur de nuestra nación, se animalizan las relaciones planteadas en poemas previos: piel sobre piel, sacrificio, silencio, espacio y movimiento. El poema “Árbol de Judas”, punto alto del conjunto, en un juego de idas y vueltas nos muestra cómo un ganso recién nacido muerto, debajo del árbol de Judas, es devorado por hormigas y moscas que se llevan sus ojos en la boca. El cuerpo, nuevo, puro, es sacrificado por los insectos, renovadores de la vida en el mundo. En esta misma línea, “Las bestias salan sus lenguas y estómagos con el ácido de la tierra” expresa el movimiento interno y natural de la tierra y de las bestias, todo es ebullición y/o estallido, más expresiones del engranaje natural de nuestra biosfera. El resto de los poemas se sostienen en sí mismos, funcionan como parte del conjunto, a manera de expresión natural, impresión e indagación científica por parte del poeta, en un intento de entender y (re)significar el mundo que lo rodea, y fascina, por supuesto: “los cabellos se enroscan en mermelada de frutas con sus pulpas y carnes abiertas” (52).
Parabrisas
La última sección del poemario, cuyo único poema es “Estrellas fugaces”, nos hace volver a la obra entomológica del autor (que ha publicado los libros Insectos Cortezas), haciendo un zoom a los seres minúsculos que habitan con nosotros el mundo. Los insectos  pegados en el parabrisas son como estrellas fugaces. Las luces que hay en el camino son como dientes en la noche, todo es un contraste, como todo el poemario, entre la luminosidad y la oscuridad, entre la materialidad y lo inmaterial, entre el ruido ensordecedor y el silencio: “en la pradera encienden luces minúsculas que reflejan / encendidas / los dientes en la oscuridad, a medio camino” (57).
Epílogo
Para ir cerrando, el uso del ritmo, recurso ya nombrado en este texto, se presenta como la posibilidad de filtrar imágenes, de dar naturalidad a lo dicho y romper con esa lógica de soplar el humo y ver qué hay detrás, pues, como la retórica, busca seducir dónde no puede convencer, sea por medio de evidencia o argumentación. Y ese es el truco, darle sentido y musicalidad a un conjunto de imágenes que se potencian en su visualidad y resonancia.
Así, como cuando Kevin Bacon se saca las vendas en el film de El hombre sin sombra, esas vendas que nos decían que un cuerpo ocupaba ese espacio, lo que hay dentro de esa envoltura, de esa forma, no es más que nada, algo negado a nuestra vista; sabemos de su existencia, nada más. Eso es Cortina de humo, inmaterialidad, o la materialidad más descarnada: invitación a participar del escepticismo, creer o no que la forma puede decirnos algo sobre el contenido, que hay algo más allá de la cortina de humo que se nos propone.  O es más que eso, tarea para los lectores.

miércoles, 6 de junio de 2012

Viewmaster o la gruta una ciudad

Gastón Carrasco Aguilar. Viewmaster. Cuadernos de poesía /  Biblioteca de Santiago, 2011.

Por Angélica Panes Díaz*
Publicado en www.letras.s5.com




La búsqueda corresponsal de los que saben [1]

Ciertamente el acento del Viewmaster del poeta Gastón Carrasco A. (Cuadernos de poesía, 2011) esta puesto en la mirada que se traduce en una representación de la experiencia al modo objetivista, impresionista. Imágenes que parecieran ir superponiéndose unas con otras, parecieran ir pasando en un recuento de evocaciones, de reflexiones meta poéticas, en un recuento de transito por la ciudad. Todo mezclado como fotos arrumbadas al fondo de un cajón.
Pero ya se ha hablado sobre la insistencia de ese lenguaje descriptivo que evoca imágenes, retratos, fotografías con una maestría acertada. Pretendo hablar de otro aspecto que resalta de este conjunto de poemas y que tiene que ver con el imaginario urbano que se articula a lo largo de este despliegue escénico y la forma en que el sujeto habita en esta ciudad (de este poemario).
Imaginario urbano que lindará con la disyuntiva centro-periferia y todo lo que esto pueda significar. Partiendo de esta idea se puede decir que la urbanidad, que plasma o retrata Gastón, es la de la periferia, extrapolada de los puntos de referencia dados en algunos poemas, que habla del Templo votivo de Maipú, la carretera del sol, las autopistas concesionadas, Gran avenida o Santa Rosa, las torres de alta tensión, las canchas de futbol de tierra, el barrio, los pasajes, los departamentos tipo bloques, la feria, etc. Referencias directas o simples alusiones que hablan de un barrio poco lustroso, de un barrio hacinado, de un barrio cercado por estas carreteras concesionadas y torres de alta tensión en pos del desarrollo urbano y siempre fuera del centro histórico de la ciudad.
No quiero caer en la tentativa de la disyuntiva centro-periferia, como ya mencioné, no es la intención de esto. Sino más bien la muestra de un habitat se podría decir. La ciudad abordada desde una periferia entendida no desde el concepto de lo marginal, ni desde la protesta, denuncia o crítica sino desde lo cronístico, casi, a la manera de un corresponsal (periodístico, de guerra...) que emula fotos-poemas, crónicas-poemas de los lugares donde ha vivido, donde se ha desenvuelto, desde donde está escribiendo.
 
 
La ciudad como una gran
gruta sin vírgenes ni santos [2]

De tal manera, la ciudad como un motivo recurrente en la Literatura latinoamericana permite indagar en la forma como el sujeto se relaciona con ella, la manera en que comprende y vive los ritmos que esta le impone, la forma en que lee los signos que contiene.
Surge la necesidad de comprender la idea del habitar ligado al devenir urbano desde los inicios de este. Desarrollo que nos muestra inicialmente una relación casi ritualica con la tierra sobre la que se habitaba, sobre la que se sentaban esos primeros conatos de viviendas, surgidas a partir de la agricultura y el sedentarismo. Una relación bajo el signo del arraigo y este entendido como ser uno con el entorno donde la construcción de casas tenían por finalidad albergar el hogar, la descendencia y en ultima instancia los muertos familiares.
Esta relación íntima y respetuosa se perderá a lo largo del desarrollo urbanístico decantando en una relación funcional en tanto las casas serán entendidas como viviendas de paso para el nuevo tipo de habitante, el cual estará definido como un errante, un sujeto que deambula y que, por medio de éste deambular, va descubriendo, reconociendo, leyendo los signos que plagan las calles. Deambular que, entendido como tránsito (o esa búsqueda corresponsal de que nos habla Gastón) no busca esgrimir un centro organizador en medio de una ciudad que ha expandido excesivamente adquiriendo ribetes rizomáticos (la ciudad postmoderna) sino que realzar lo periférico desde lo que es, desde una cotidianeidad sin prejuicio o desdén, sin denuncia panfletaria, desde dentro o en sí misma.
Otro hecho importante es el cambio o pérdida del sentido de arraigo que subyace al acto de habitar (en) la ciudad puesto que ya no hay en los individuos un sentido ritual en torno este, por ejemplo, en términos de establecer un casa-hogar en total armonía con el espacio que lo rodea y donde se dé cabida a la descendencia familiar. En cambio, lo que habría hoy sería la idea de alojamiento ya que las edificaciones destinadas al habitar están construidas con un afán mucho más práctico casi como albergue de paso para moradores también de paso.
Se pierde la esencia del habitar como la “manera en que el hombre es en la tierra” [3] así como la idea del construir como un cuidar y edificar, como una habitar fundamental al hombre. Se difumina en la idea y edificación de las viviendas, construcciones que responden a esta necesidad de contener a una población que ha crecido sobremanera y donde subyace, antes que una necesidad espiritual de tener una morada, una finalidad mercantil. Sucede entonces que “la masa de inquilinos y huéspedes surcan ese mar de casas errando de refugio en refugio (…) entonces ya esta perfectamente formado el tipo del nómada intelectual” [4]. Para este tipo de sujeto surgen entonces “las ciudades de los arquitectos municipales”[5] . Ante esta idea o tesis, planteada por L Mumford y O. Spengler [6], diría que Gastón nos muestra una vuelta al sentido ritualico del habitar, en tanto nos da a conocer un hablante cuya caracterización ya esta dada por la idea de ser una especie de corresponsal periodístico que recorre la ciudad, esta ciudad, recolectando imágenes deslavadas, secuencias ya conocidas para asir o delimitar un espacio propio en la ciudad de los arquitectos municipales.
Además, me atrevería a decir que, el tono con que nos expresa tal despliegue de las escenas, tal apropiación, lo torna en una especie de deudo silencioso que detecta y otorgar un sentido a los lugares que habita, descargándolos de esa idea fría del habitar como un estar de paso, donde la infancia, las construcciones, los juegos, el tiempo, la costumbre, las creencias y lo cotidiano re-fundan un sentido de pertenencia, de arraigo.

Decenas de genuinas falsificaciones [7]

Podríamos hablar, entonces, de una voz, de un sujeto, en todos estos poemas que pareciera adquirir una faz de deudo silencioso, contrito, como mencione antes, entrando, no en la catedral fastuosa, sino en la gruta simple y limpia, llana en su ornamento. La invocación de esta alegoría tiene que ver con ese imaginario que se va armando en ciertos poemas del Viewmaster y del tono que adquiere la voz que aquí enuncia.
La gruta una ciudad, las animitas, los edificios al costado o en la barriada donde los santos trizados aun expelen pruritos milagrosos, todo depende de cuanta fe se ponga en ello. De eso se trata: la ceremonia, el rito puede hacerse en cualquier parte. Sólo hay que cargar los lugares, cargarlos de santidad, mirar con la óptica predispuesta. Un recuerdo, un expósito, el silencio, casi, de una poesía que parece retribuir el favor concedido con toda la gratitud y respeto que se pueda.
Así, mientras se leen estos poemas, se tiene la sensación de una ceremonia a ratos con dejos orientales, silenciosa en extremo, cuidada, que obliga a leer con tiempo, con disposición de ánimo para el mutismo. Mutismo que exige el poemario cuya puerta de entrada es la visión de un Buda superpuesto en la ciudad primero como uno reluciente y parpadeante que cuidaba en plenitud la ciudad [8] para luego mostrarnos un buda indigno raquítico y animal que despreciaba el sol de la ciudad [9] acercándose cada vez más a una desacralización total hasta ser sólo la ilusión de un dios (…) reluciendo agotado en mi mirada.[10]
Puerta de entrada que es también un descenso de este corresponsal o feligrés que se interna en la gruta-ciudad primero andando por estas vías concesionadas, las avenidas (Santa Rosa, Gran Avenida), el metro, el barrio respectivamente. Un peregrinar con el viewmaster, colgando a modo de cámara fotográfica, que al disparo no entrega una nueva imagen sino la deslavada certeza de los recuerdos que se mezclan como la mala señala de aquella radio. [11]
Está claro el énfasis en lo difuso de las imágenes, en lo difuso que puede tornarse el recuerdo que solo entrega chispazos, retazos de una infancia, de un barrio, de este deambular. Todo entregado a la mirada del hablante, en quien la vista se cansa. El recuerdo no es legible [12]. Escenas como racconto al estilo del cine oriental. Ese remedo que sale bien acá, sin esfuerzos, parsimonioso.
Remedo donde la ciudad primero es el altar de unos budas que como puertas de entrada cuidan la ciudad, la observan sobre todo como en el poema Buda se esconde en las miradas. Desde aquí ese tránsito, esa peregrinación, esa búsqueda corresponsal por lugares que se van cargando de un sentido sagrado bajo la mirada del hablante confluyendo diversos iconos “religiosos”: buda, el manto de Turín, las cruces, las grutas, las animitas, los rosarios, el zodiaco, los sueños, etc.
Así en Versiones confluyen la cancha de tierra, los niños, el recuerdo de la pichanga en el barrio y la mirada que torna en sudarios las camisetas húmedas donde tras algunas horas de juego/el rostro de los niños queda estampado/durante algunos minutos en sus camisetas [13]; luego la ciudad alegorizada gruta vacía, sin feligreses donde habita culpa y fe en la escritura/lectura, en el poema Torres de alta tensión: crucifijo o las cuentas de un rosario o como una gruta sin cuidado (virgen quebrada incluida) [14] armada con la imagen de las sabanas puestas a secar a las afueras de estos departamentos estilo bloques. Animita diría yo, de esas que se van quedando abandonadas y donde nadie reza y donde alguna que otra vez, los niños juegan a las escondidas dentro de ella [15].
Así parece ser este Viewmaster que nos muestra la secuencia deslavada de una ciudad alegorizada en gruta, animita o lugares sagrados donde el tono, en todos estos poemas, fuera una voz contrita que resulta remedo de recuerdos, de lecturas o cine oriental.

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NOTAS
 
 
[1] Carrasco, G: Viewmaster. Cuadernos de poesía. Biblioteca de Santiago. 2011. Pp. 6
[2] Ibid, Pp. 12
[3] Ver: Heidegger M.: “Construir, pensar, habitar”. En: Ciencia y técnica. Ed. Universitaria. Santiago. 1993
[4] Spengler O.: La Decadencia de Occidente. Vol. I. Ed. Espasa Calpe. Buenos Aires. 1952. Pp.137
[5] Ibid.
[6] Sociólogos que a partir de los años ´40 postularon una caracterización de la ciudad ligada a una visión evolucionista que planteaba un nacimiento, crecimiento, desarrollo e inevitable muerte de ésta. La perspicaz observación de la sociedad de su tiempo y de los eventos históricos, sociales y económicos les permitió a estos señores deducir un tipo de ciudad post-moderna muy similar a la que habitamos hoy en día. Deducción con sesgos de desencanto debido al antecedente de la 1º y 2º guerra mundial.
[7] Carrasco, G: Viewmaster. Cuadernos de poesía. Biblioteca de Santiago. 2011. Pp. 10
[8] Ibid Pp.5
[9] Ibid
[10] Ibid.
[11] Ibid. Pp. 8
[12] Ibid. Pp. 17
[13] Ibid. Pp. 10
[14] Ibid. Pp. 23
[15] Ibid.


* Angélica Panes Díaz. (Santiago 1986). Es Licenciada en Letras con mención en Literatura Hispánica de la Universidad de Chile. El año 2010 obtiene la Beca de la Fundación Neruda. Publicó de manera independiente y autogestionada la plaquette Lud mía (2011) junto al poeta Alexander Correa.

jueves, 19 de abril de 2012

LECTURA LOS DESCONOCIDOS DE SIEMPRE

La mente en blanco: sobre Blanco cambiante, de Juan José Richards Echeverría

                                                 Publicado en: www.letrasenlinea.cl


El ejemplo común para hacernos entender los límites de nuestro lenguaje es evocar las más de treinta distinciones que hacen los esquimales respecto del blanco y sus más de cuarenta formas de referirse a la nieve. Entendido como un elemento cultural y geográfico, tanto así como un asunto de representaciones mentales, el blanco nos es tan desconocido y ajeno que se vuelve casi impropio hablar de él. Quizás, si fuésemos pintores o decoradores (o, directamente, esquimales) podríamos llegar a entender algo. De esta premisa, Blanco cambiante, poemario de Juan José Richards Echeverría (Santiago, 1981), llega como un acercamiento a ese ambiguo color (¿debería decir matiz, o tal vez tono?); acercamiento que leo, además, desde el cuento “Nevada”, mi primer contacto con el autor, inserto en Voces – 30, Nueva narrativa chilena 2011, antología de Carla Morales Ebner bastante irregular en cuanto a la calidad de los autores y a la revisión, corrección y edición de los textos.

Recuerdo de “Nevada” el ambiente de road movie y la fluidez narrativa sin punto aparte alguno. El frío, la nieve, vidrios sucios o empañados, la Ford sobre la carretera, moteles, fotografías y mujeres, muertes; todo un aparataje para escenificar una serie de sucesos y decesos a manos de un personaje poco definido, una mirada más que otra cosa, un ojo detrás de un mecanismo de luces y sombras. Ahora bien, rescato de la disposición cinematográfica del texto el tono extemporáneo, la idea de una historia ocurrida hace años, archivada en la crónica roja de algún periódico. Una fotografía, una historia. Esa es la idea, de ahí provienen Hido (el fotógrafo), Evangeline, Cotonelle, Virginia, relatos de mujeres que una vez dejaron de existir o estar disponibles para todos: ¿no sería justo acaso encenderles una vela, o algo?, nos dirá finalmente el narrador.

En cuanto a Blanco cambiante, se trata de un conjunto de poemas breves y reflexivos, de imágenes logradas y versos fragmentados en los que el ambiente y fluidez se rompen, el temple cambia y el blanco ya no es el de una posible nevada. Los blancos se corresponden. La estructura inicial del poemario evidencia una relación de pares, dialéctica: “Dos blancos / uno frente al otro” (3), “blanco sobre blanco” (4), “un blanco como vestigio de otro” (5). Todo un entramado de relaciones figurado en el blanco, traspuesto a otras dialécticas: madre e hijo, cazador y presa, lector y texto, en fin. El contraste es constante, los bosques y el fuego o la brisa y el oleaje, la mirada está puesta en todo aquello que es parte de un entorno que no es el sujeto, que no somos nosotros.

En esta línea, es interesante el imaginario urbano de un conjunto donde se destaca la idea de borde: el muelle, el bosque, la gente mirando desde afuera, “La ciudad entera reposa / herida / en una impresión de ella misma / que otro tuvo a la distancia” (6). El diálogo entre la centralidad y sus alrededores termina por dar cuenta de un conflicto del sujeto hablante. El asunto de la pertenencia es lo cambiante. La voz quiere ser parte de ese afuera, pero termina siendo fijada a la centralidad del blanco. No hay que fiarse del entorno: “las manos en los bolsillos / esconden intenciones” (5). Todo es parte de un juego mayor que nosotros, un tablero con casilleros y piezas blancas, dardos y blancos, voces y silencios: quedar en blanco.

el agua es venganza

ante el silencio de la nevada

esa poza contenía

cierta verdad

anterior a la tormenta

blanca (18)

El blanco en su materialidad, de tiro (diana), surge como posibilidad de significación para el conjunto: “un / blanco cambiante / es / un blanco que esquiva / el afán del arquero” (17). La metáfora de fijar la mira al texto, afinar el pulso, cazar la presa, se vuelve una tensión reinante, viva en la página (en blanco). Lo que no es texto es blanco y, en este caso, son importantes los silencios del texto. Pocos versos y mucho espacio en blanco, la hoja al desnudo; aún así, para el poeta es imposible dejarse llevar por ese blanco, es una negación de radicalidad absoluta, lo más cercano a la muerte. El negarse a ese absoluto, escribir los versos y dibujar[1]. El componente gráfico del poemario ciertamente es un punto aparte, digno de un análisis semiótico mayor más allá de estas líneas, pudiendo ser o no un aporte a los versos. Ilustraciones de simple factura, en blanco y negro, abiertas a infinidad de significancias.

La existencia de un(a) otro(a) para el hablante parte de una vida en pareja o conjunto, es la posibilidad de continuar la dialéctica inicial presentada en este texto. Es decir, vivir la vida como un proceso de socialización y relaciones afectivas. Tal como aquella mancha de sangre en la nieve, figuración de los pómulos y labios de la amada de un héroe medieval, posiblemente Perceval, la contraparte (compañía) de ese yo hablante surge para estar al centro de ese blanco, una especie de sentido para la existencia del poeta. Aún así, el conjunto, pareado en muchos casos, intenta presentarse como triada: “entre ellos uno adyacente / imperceptible” (3), “en suma dos [...] / suponen un tercero” (4), “amparados en la asfixiante / figura del trío” (30). Santísima trinidad del yo, lo otro y el ello; el cazador, el arma y la presa;madre, padre e hijo, etc. Toda una gama de posibilidades de ampliación, casi como una fórmula matemática: “Un blanco es continuum” (29). El yo del poeta es en relación a los otros, incluso a sus lectores. De esta manera, estamos presentes en el proceso: lector, texto y espacio en blanco o autor, su texto y nosotros. Incluso, en una tercera posibilidad, texto, espacio en blanco y las ilustraciones. Todas relaciones plausibles y cambiantes. Tras la lectura, se aconseja dejar la mente en blanco, seguir la huella en la nieve de ese silencio imposible, dejarse llevar por ese aparente absoluto, el blanco, negado a nuestras limitadas percepciones, mientras el poeta intenta dar en él.

Blanco Cambiante. Poesía e ilustraciones Juan José Richards Echeverría. Workshop in poetry. New York University. Fall Term, 2011. 32 páginas.

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[1] Las ilustraciones presentes en el conjunto son dibujos del autor que tiene, por otra parte, una interesante faceta de ilustrador. Se sugiere visitar el sitio:

http://www.moleskinerie.com/2011/06/snapshot-juan-jose-richards-echeverria.html